A través de la ventana
Nada en particular y todo... tal vez.
Vistas de página en total
La edad de oro
A partir de los 50 empecé a perder pequeñas cosas, unas bermudas, una camiseta, un reloj, unos pendientes… y poco a poco fui perdiendo la paciencia,
los nervios, el sentido del humor, el sueño, la cintura,
la vista… y muchas cosas más.
Inicio
Suscribirse a:
Entradas (Atom)